TEXTO: HAGEO 1:5
INTRODUCCIÓN
Hemos llegado al final de este año 2018 y en este tiempo es importante tomar en cuenta lo que nos dice el versículo que hemos leído para comenzar: Meditar bien sobre nuestros caminos, es decir reflexionar sobre cómo hemos vivido este año, sobre cuáles han sido nuestras prioridades, y principalmente como ha sido nuestra relación con el Señor en todo este año.
Este dia vamos a tomar algunos ejemplos de vida de personajes de la palabra de Dios que pueden ser un reflejo exacto de la forma como muchos de nosotros hemos vivido durante este año 2018.
Respondamos la pregunta ¿Cómo fue tu año?
I) ¿FUE UN AÑO COMO MARTA?: LLENO DE TURBACIONES Y AFANES PERO SIN TIEMPO PARA EL SEÑOR (LUCAS 10:38-42)
Para muchos cristianos las actitudes de Marta reflejan exactamente como ha sido su año, tan lleno de afanes, tan lleno de quehaceres, tan lleno de preocupaciones que casi no tuvieron tiempo para el Señor.
Es triste pero este puede ser el reflejo de la vida de muchos servidores, líderes, y pastores, que durante este año estuvieron afanados en sus ministerios, afanados en su servicio, afanados en las actividades de la iglesia, preocupados que todo saliera bien, preocupados por todos los detalles, llenos de actividades cristianas, llenos de compromisos eclesiásticos, pero vacíos de comunión con Dios.
Muchos cristianos este año estuvieron tan afanados buscando la bendición, que no tuvieron tiempo para sentarse a los pies del dador de las bendiciones que es Cristo Jesús.
Tenemos que reconocer y comprender esa gran verdad que nuestro Señor Jesucristo le dio a Marta: (Vs 41-42) una cosa es necesaria, buscar al Señor y escuchar su palabra para nuestra vida.
II) ¿FUE UN AÑO COMO LÁZARO? SIENDO HIJOS DE DIOS PERO SIEMPRE MENDIGANDO AYUDA A LOS HOMBRES (LUCAS 16:20-21)
Dejemos claro primeramente una cosa: nosotros los cristianos tenemos un Padre Celestial que cuida de nosotros y de cada una de nuestras necesidades (Mateo 6:8) solo tenemos que pedirle con fe.
Lastimosamente este año muchos cristianos dejaron de lado al Padre Celestial, y pusieron su confianza en la ayuda de los hombres, se humillaron delante de los hombres suplicando ayuda, en lugar de humillar su corazón delante de Dios, y aunque no es un versículo Bíblico pero es un frase muy poderosa que vale la pena tomar en cuenta: Nosotros los cristianos debemos vivir “De rodillas ante Dios y de pie frente a los hombres”
Estimado hermano o estimada hermana deja ya de mendigar amor de los hombres o de las mujeres, si una persona te abandona, si una persona no te valora, recuerda que tú tienes un Padre Celestial que te ama como nadie puede amarte en este mundo (Jeremías 31:3)
Dejemos ya de mendigar ayuda a las personas que en lugar de ayuda nos dan humillaciones y burlas, tenemos que recordar que nosotros tenemos un Dios que nos ha dicho que siempre no ayudará, y aunque nadie quiera darnos la mano para ayudarnos cuando caemos, él ha dicho que siempre nos sostendrá con su mano (Isaías 41:13)
III) ¿FUE UN AÑO COMO EL HIJO PRODIGO? LEJOS DE LA CASA DEL PADRE CELESTIAL (LUCAS 15:13-20)
Posiblemente este año la parábola del hijo pródigo refleja exactamente tu vida, te has alejado de tu padre celestial, te fuiste lejos a una provincia apartada llamada mundanalidad, llamada vicios, llamada carnalidad, y malgastaste las bendiciones de Dios, quizás perdiste tu familia, abandonaste tu ministerio, y te dedicaste a vivir una vida que no es la que el Señor pagó para ti en la cruz del calvario.
Y al igual que la hijo pródigo, el haberte alejado de la casa de tu padre ha traído escasez a tu vida, pues en tu corazón hay escasez de gozo, escasez de paz, escasez de amor, quizás el Señor te preguntaría al igual que a sus discípulos cuando volvieron a pescar: Hijito ¿tienes algo de comer? (Juan 21:3-5)
Quizás para nosotros la pregunta del Señor sería: Hijo ¿cómo te ha ido desde que te has alejado de mí? ¿Tienes paz? ¿Tienes gozo? ¿Tienes una mejor vida? ¿Tu familia está mejor?
Estamos por terminar el año y tenemos que tomar la decisión que el hijo prodigo tomo, ya no seguir viviendo lejos, ya no seguir viviendo en necesidad, ya no seguir sufriendo, ya no seguir viviendo en un lugar a donde él no pertenecía, él decidió volver a la casa de su padre, él decidió volver al lugar donde era amado, donde era valorado, donde no le hacía falta nada.
Tomemos la mejor decisión, volvamos a la casa de nuestro padre celestial, volvamos con arrepentimiento y humildad, pues nuestro Padre Celestial siempre nos recibirá con dos regalos maravillosos: su amor y su perdón (Lucas 15:20-24)
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